Que simpático es ir caminado por la calle y que la gente ni los buenos días te da porque está muy amargada (y para colmo intenta luego contagiarte de ese desagradable estado de ánimo) y a lo lejos, con paso más o menos acelerado, viene un cuadrúpedo, feliz, meneando la cola, con la lengua de fuera, las orejas erectas, con respiración agitada, quizás muerto de sed porque ha estado haciendo mucho calor, y sin conocerte, sin saber nada de ti, si tienes dinero, si eres buena onda o no, te saluda, y en ocasiones se sienta.
Si uno tiene el valor y el respeto por los animales, ante un gesto tan dulce como que alguien se siente a tu lado para saludarte, lo único que querrías hacer es devolver ese amable comportamiento, convirtiéndolo en una caricia.
Me sorprende el amor, el cariño tan incondicional de estos animales, y estoy hablando de los perros (por quien pensó que me estaba refiriendo a una persona gateando o algo así...) a pesar de que tantas personas los corren a palos por andar husmeando en la basura, la mayoría no pierde ese interés por querer ser amados.
Afuera de la casa de mi novio se paraba siempre un perro color como arena al que empezaron a llamar Canelo, desde el primer momento en que lo vi supe que no era agresivo, esa manera tan chistosa de caminar a paso acelerado, de quien quiere saludarte. Me dio mucha gracia porque el perro se encontraba del otro lado de la calle, y cuando me vio, ahí desde el otro lado, empezó a menear la cola y a esperar que pasaran los coches para casi correr a mí. Está demás decir que lo apapaché, y le rasqué la panza.
Un mes después de conocer a Canelo, fue adoptado por el vecino de mi novio, y cada que voy a visitarlo, Canelo nos recibe feliz; Me sorprende como los animales nos dan tantas enseñanzas, algo tan esencial como lo es el amor, el amor incondicional, ese que no espera nada a cambio, porque Canelo antes de tener familia nunca esperó comida, ni agua, ni techo, sólo una caricia.
Danni Galván
jueves, 4 de junio de 2015
Evolución de los personajes más queridos.
Todo en el mundo tiende a cambiar de acuerdo a las necesidades de una sociedad, y la animación no queda exenta de eso. Prueba de ello lo vamos a encontrar mucho en el aspecto de los personajes animados. Si uno tiene a la mano los primeros comics donde aparecía Garfield (el gato come lasaña) nos daremos cuenta que en sus inicios (mas o menos en 1978) Garfield era completamente un dibujo diferente en cuanto a diseño que nada que ver con el gato glotón actual. Es más, la nueva generación que está conociendo a este particular personaje, ya lo está apreciando en animación digital 3D.
La evolución de los personajes se debe a muchas causas, como por ejemplo, el mangaka Kosuke Fujishima del cual yo coleccioné mucho tiempo sus mangas de ¡Oh, mi diosa! Me presentó una primera Belldandy, (el personaje principal) que tenía un estilo como más retro, ojos no tan grandes, unas cejas gruesas, (eso siempre llamó mi atención por ser algo no muy común) pero conforme la historia fue avanzando, noté que el estilo del dibujo cambiaba poco a poco, hasta convertir a Belldandy en algo muy diferente a la primera, ya que esta última tenía ojos grandes y redondeados, más "curvas" e inclusive le cambiaron un poco la personalidad. Estos cambios son hasta de cierta manera accidentales, pues el dibujante va creciendo también como artista y va agregando esos conocimientos en todo lo que llega a crear, como no son cambios radicales (si uno va siguiendo la historia poco a poco) uno como consumidor no se da cuenta (yo lo noté cuando releí los primeros tomos del manga).
Otra razón por lo que pienso que los personajes cambian, es porque también los gustos de los consumidores cambian, y el personaje a veces tenderá a sufrir ciertas modificaciones, algunas quizás no tan favorables, y como ejemplo de ello pongo al elefante Melvín, del cereal de Choco Crispis. No sé si soy la única que lo piensa, pero el nuevo diseño me pareció bastante antiestético, y es como menos atractivo visualmente porque se ve raro, y ya no siento la empatía de antes. Modificar algo en personajes que tenemos ya tan identificados y que estamos familiarizados, puede causar estos efectos de quienes lo vemos (de rechazo).
Cabe mencionar que a veces los artistas van adoptando más el 3D porque reduce tiempo de producción, en ocasiones reduce también el costo, pero creo que está más enfatizada la parte del ahorro de los tiempos, y es que si un artista es lento para entregar proyectos, de la misma manera va perder muchos clientes.
Un caso más sobre personajes famosos modificados (y también uno de los más reciente y con más difusión porque fue el cortometraje que abrió la película de Frozen) fue el ver a un Mickey Mouse (sí, el ratón con pantalones más famoso de Disney) de estilo antiguo llevado al 3D, y haciendo un juego de verlo en 2D y cuando este rompe la pantalla se aprecia en 3D, un espectáculo muy bien dirigido para el público infantil y para todos aquellos que hemos crecido con este simpático ratón, del cual ya tiene también una serie con animación 3D.
Enlaces:
http://www.animation.dreamers.com/articulos/avanzes_tecnologicos.php
http://www.cinepremiere.com.mx/39660-86-anos-mickey-mouse.html
http://secundaria.us.es/lorcanmul/evoluciongarfield.htm
http://www.blogdecine.com/cortometrajes/mickey-mouse-get-a-horse-el-estupendo-corto-animado-nominado-al-oscar
La evolución de los personajes se debe a muchas causas, como por ejemplo, el mangaka Kosuke Fujishima del cual yo coleccioné mucho tiempo sus mangas de ¡Oh, mi diosa! Me presentó una primera Belldandy, (el personaje principal) que tenía un estilo como más retro, ojos no tan grandes, unas cejas gruesas, (eso siempre llamó mi atención por ser algo no muy común) pero conforme la historia fue avanzando, noté que el estilo del dibujo cambiaba poco a poco, hasta convertir a Belldandy en algo muy diferente a la primera, ya que esta última tenía ojos grandes y redondeados, más "curvas" e inclusive le cambiaron un poco la personalidad. Estos cambios son hasta de cierta manera accidentales, pues el dibujante va creciendo también como artista y va agregando esos conocimientos en todo lo que llega a crear, como no son cambios radicales (si uno va siguiendo la historia poco a poco) uno como consumidor no se da cuenta (yo lo noté cuando releí los primeros tomos del manga).
Otra razón por lo que pienso que los personajes cambian, es porque también los gustos de los consumidores cambian, y el personaje a veces tenderá a sufrir ciertas modificaciones, algunas quizás no tan favorables, y como ejemplo de ello pongo al elefante Melvín, del cereal de Choco Crispis. No sé si soy la única que lo piensa, pero el nuevo diseño me pareció bastante antiestético, y es como menos atractivo visualmente porque se ve raro, y ya no siento la empatía de antes. Modificar algo en personajes que tenemos ya tan identificados y que estamos familiarizados, puede causar estos efectos de quienes lo vemos (de rechazo).
Cabe mencionar que a veces los artistas van adoptando más el 3D porque reduce tiempo de producción, en ocasiones reduce también el costo, pero creo que está más enfatizada la parte del ahorro de los tiempos, y es que si un artista es lento para entregar proyectos, de la misma manera va perder muchos clientes.
Un caso más sobre personajes famosos modificados (y también uno de los más reciente y con más difusión porque fue el cortometraje que abrió la película de Frozen) fue el ver a un Mickey Mouse (sí, el ratón con pantalones más famoso de Disney) de estilo antiguo llevado al 3D, y haciendo un juego de verlo en 2D y cuando este rompe la pantalla se aprecia en 3D, un espectáculo muy bien dirigido para el público infantil y para todos aquellos que hemos crecido con este simpático ratón, del cual ya tiene también una serie con animación 3D.
Enlaces:
http://www.animation.dreamers.com/articulos/avanzes_tecnologicos.php
http://www.cinepremiere.com.mx/39660-86-anos-mickey-mouse.html
http://secundaria.us.es/lorcanmul/evoluciongarfield.htm
http://www.blogdecine.com/cortometrajes/mickey-mouse-get-a-horse-el-estupendo-corto-animado-nominado-al-oscar
domingo, 31 de mayo de 2015
Y los efectos especiales le ganaron al guión.
Últimamente en clase hemos estado viendo algunos vídeos en los que hemos estado analizando los guiones de los mismos, y la verdad me topé con que la mayoría de las películas que se consumían antes eran mucho mejor que lo que se está produciendo hoy en día, y es que ahora le dan una mayor importancia a los efectos especiales que a la historia misma.
Recuerdo haber visto un cortometraje en el que nada más eran dos personas platicando en una recámara, y el guión era tan bueno, que en esos 8 minutos que duraba no te aburrías, porque la buena selección de diálogos rescataba todo el corto.
Ahora, ¿por qué digo todo esto? Bueno, quiero recalcar que gracias al mejoramiento de los efectos especiales, también conocidos como FX, no sólo han mejorado una experiencia visual al espectador para que crea que todo lo que se plasma es real (como cuando vemos esas increíbles olas de 200 metros de alto o cosas parecidas) sino que el exceso de usar esta herramienta ha aburrido un poco al espectador, pero esto último tiene mucho que ver con que los guionistas parecen que se están esforzando menos, o como pasa a veces en México donde ponen a cualquiera a escribir por tener cierta palanca, y aunque a mi casi no me gusta criticar, pero voy a tener que poner un ejemplo de lo que estoy hablando, que es nada más ni nada menos que la película de Transformers.
Lo admito, me encanta ver a Optimus Prime transformase de un tráiler a un robot futurista. La animación está muy padre y las escenas de batalla ni se digan, pero la verdad la última película de esta saga que duró casi 3 horas estuvieron muy aburridas en cuestión de historia.
Otro ejemplo claro del abuso de efectos especiales lo encontraremos en rápido y furioso, la verdad yo no soy para nada fan de estas películas, porque se me hacen exageradas, pero hasta donde me contaron tiene escenas muertas donde la historia a veces se cae. Igual como en el caso de transformers, abuso de los efectos especiales, aunque algo que quiero enfatizar de la película es que en verdad hicieron un trabajo muy bueno al "revivir" a Paul Walker, y aunque la verdad toda la saga no me guste, no puedo negar su éxito (el cual aún siento muy raro).
Ahora, no estoy en contra de que se usen los efectos especiales, pero nuevamente insisto, el abuso de ellos han ocasionado que descuiden un aspecto tan importante como el guión, y este puede ser un fenómeno que se vaya heredando, cosa que sería terrible, al menos para mí, porque gusto de las historias que están bien hechas, y si a eso le juntamos unos buenos efectos, que no sean exagerados, es cuando se crean obras maestras que trascienden.
Un ejemplo muy reciente que se me viene a la mente es una película realizada en México llamada Liga Canina, de ella no puedo decir mucho, pero en este ejemplo podría decir que tanto en guión como en animación de 3D el largometraje se ve poco prometedor, porque parece ser que en México no podemos hablar de otra cosa que no sea fútbol, aztecas, nopales y demás. Todo el tiempo andamos reciclando clichés y demás.
(Una Escena de Liga Canina)
Y bueno, podría darles muchos más ejemplos de este problema que se está llevando, pero al parecer, gran parte del público se está metiendo más en el tema de buenos efectos que una buena historia.
enlances:
http://www.pulzo.com/opinion/172711-transformers-4-cuando-tanta-accion-puede-ser-aburrida
http://www.cinepremiere.com.mx/5214-analisis-del-exito-de-la-franquicia-rapido-y-furioso.html
http://entretenimiento.terra.com.mx/cultura/seleccion-canina-se-estrenara-en-cartelera-nacional-con-300-copias,f9fbb9a566b5b410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html
http://blogdesuperheroes.es/cine-christopher-nolan-habla-de-la-gestacion-de-batman-begins-y-matthew-vaughn-cree-que-el-publico-ya-ha-tenido-bastante-del-tono-serio-y-realista
La culpa.
Buen día lectores, tengo rato de no escribir en mi blog debido a muchas distracciones que se presentan en la vida, la mayoría son "cosas" que hablan y respiran como uno, osea, son humanos.
Ahora, sé que me la paso payasiando gran parte del tiempo mientras escribo estas anécdotas y la verdad me divierto mucho, sobretodo cuando me imagino las posibles risas que puedo provocar con algunos de mis comentarios aquí plasmados.
Ya entrando en el título del tema, que por cierto estoy segura que más de uno se va a sentir identificado, y es el tema de cargar culpa. Todos, sí, todos, sin excepción, hemos pasado con el típico hice algo malo y trato de ocultarlo, ¿no? Dirían por ahí a manera de chiste local, "si no tuviste una crisis de culpa por algo que cometiste no tuviste infancia" o algo por el estilo.
En esta ocasión no voy a contar un caso particular, sino dar un pequeño consejo por si tu estás pasando por esto, el tragarte algo que no puedes confesar que hiciste. Y mira mi querido lector, es mucho más fácil de lo que crees, porque el guardarte esas cosas que crees que nadie más sabe sólo te va a enfermar de tanta angustia, es neta. Yo recuerdo muy bien la vez que me prestaron una camioneta (lo bueno que no iba a hablar de algo particular ¿no? Pero ya que xD) era de un amigo y me la confió, porque pensaba que sabía manejar. Ahora, sé que están pensando, que mujer al volante es igual a peligro y que por lo tanto la camioneta al ser tocada por mí explotó en mil pedazos, pero no, no pasó eso, sino algo mucho peor.
Después de haber paseado un rato con la camioneta ajena, quise estacionarla afuera de mi casa. Mientras me estacionaba, quise hacerlo como toda una maestra, y teniendo un coche de frente, se me ocurrió pegarlo lo más posible para ahorrar espacio. La cosa es que todo iba muy bien, me bajé de la camioneta, entre a mi casa y todo normal. El problema surgió cuando volví a subirme a la camioneta, ya que había dejado la primera velocidad puesta, por lo que al prenderla, dio una especie de jalón y pasé a rayar el coche que estaba enfrente. ¡Nombre! Me puse pálida porque el coche era de mi vecino y sabía el terrible carácter que tenía. Ahora, en mi ataque de pánico lo único que se me ocurrió pues fue darme a la fuga. Le devolví la camioneta a mi amigo, y él no se dio cuenta porque no sufrió ni un rasguño, pero no dejaba de pensar en la quitada de pintura que le había dejado al coche del vecino.
Regresé a mi casa caminado, tratando de no ver mi crimen, y mientras iba entrando mi vecino venía saliendo, y la verdad de tan nerviosa que estaba ignoré su saludo y me metí rapidísimo. Durante todo el día estuve pensando en el méndigo rayón, y cada que escuchaba el timbre de la casa me sobreexaltaba. Y en uno de los timbrazos sí resultó ser mi vecino quien tocaba. Mi madre lo atendió y vi que el vecino estaba enojadísimo, y alcancé a oír lo de su coche.
Pasaron los días y nunca dije ni una sola palabra de mi crimen. Los vecinos por motivos de trabajo se mudaron, y esa culpa siempre se quedó en mi cabeza, sin tener oportunidad de disculparme.
Ahora que he madurado y soy diferente, me hubiera gustado tomar otra decisión, y sí haber confesado que fui yo quien le había rayado, y en serio, pedir perdón alivia mucho el alma. Reconocer nuestros errores y confrontarlos es cosa de valientes.
Ahora, sé que me la paso payasiando gran parte del tiempo mientras escribo estas anécdotas y la verdad me divierto mucho, sobretodo cuando me imagino las posibles risas que puedo provocar con algunos de mis comentarios aquí plasmados.
Ya entrando en el título del tema, que por cierto estoy segura que más de uno se va a sentir identificado, y es el tema de cargar culpa. Todos, sí, todos, sin excepción, hemos pasado con el típico hice algo malo y trato de ocultarlo, ¿no? Dirían por ahí a manera de chiste local, "si no tuviste una crisis de culpa por algo que cometiste no tuviste infancia" o algo por el estilo.
En esta ocasión no voy a contar un caso particular, sino dar un pequeño consejo por si tu estás pasando por esto, el tragarte algo que no puedes confesar que hiciste. Y mira mi querido lector, es mucho más fácil de lo que crees, porque el guardarte esas cosas que crees que nadie más sabe sólo te va a enfermar de tanta angustia, es neta. Yo recuerdo muy bien la vez que me prestaron una camioneta (lo bueno que no iba a hablar de algo particular ¿no? Pero ya que xD) era de un amigo y me la confió, porque pensaba que sabía manejar. Ahora, sé que están pensando, que mujer al volante es igual a peligro y que por lo tanto la camioneta al ser tocada por mí explotó en mil pedazos, pero no, no pasó eso, sino algo mucho peor.
Después de haber paseado un rato con la camioneta ajena, quise estacionarla afuera de mi casa. Mientras me estacionaba, quise hacerlo como toda una maestra, y teniendo un coche de frente, se me ocurrió pegarlo lo más posible para ahorrar espacio. La cosa es que todo iba muy bien, me bajé de la camioneta, entre a mi casa y todo normal. El problema surgió cuando volví a subirme a la camioneta, ya que había dejado la primera velocidad puesta, por lo que al prenderla, dio una especie de jalón y pasé a rayar el coche que estaba enfrente. ¡Nombre! Me puse pálida porque el coche era de mi vecino y sabía el terrible carácter que tenía. Ahora, en mi ataque de pánico lo único que se me ocurrió pues fue darme a la fuga. Le devolví la camioneta a mi amigo, y él no se dio cuenta porque no sufrió ni un rasguño, pero no dejaba de pensar en la quitada de pintura que le había dejado al coche del vecino.
Regresé a mi casa caminado, tratando de no ver mi crimen, y mientras iba entrando mi vecino venía saliendo, y la verdad de tan nerviosa que estaba ignoré su saludo y me metí rapidísimo. Durante todo el día estuve pensando en el méndigo rayón, y cada que escuchaba el timbre de la casa me sobreexaltaba. Y en uno de los timbrazos sí resultó ser mi vecino quien tocaba. Mi madre lo atendió y vi que el vecino estaba enojadísimo, y alcancé a oír lo de su coche.
Pasaron los días y nunca dije ni una sola palabra de mi crimen. Los vecinos por motivos de trabajo se mudaron, y esa culpa siempre se quedó en mi cabeza, sin tener oportunidad de disculparme.
Ahora que he madurado y soy diferente, me hubiera gustado tomar otra decisión, y sí haber confesado que fui yo quien le había rayado, y en serio, pedir perdón alivia mucho el alma. Reconocer nuestros errores y confrontarlos es cosa de valientes.
lunes, 18 de mayo de 2015
Derritiéndote.
Buen día mis lectores, como bien dice el título, les comento que el clima en Guadalajara está pero bastante caluroso, tanto, que si yo fuera un delicioso helado de chocolaye bañado en jarabe y chispitas de más chocolate, me derretiría en segundos; Yo en lo particular aguanto mucho el calor, es más, de donde vengo solemos estar a unos "agradables" 35 grados, allá eso es normal, aunque todos se quejan de que "uuuufff que calor" nadie se muere.
Ahora, quisiera contarles una anécdota con este tema del calor. Ya que volvimos a clases y demás (nuevo inicio de cuatri) nunca habíamos deseado tanto con mis compañeros tener clase de animación, y bueno, de seguro se preguntarán el por qué, y es simple, es de los pocos salones con aireacondicionado. Y bueno, la anécdota no es precisamente de nuestro fresco salón de animación, sino del caluroso cuarto que me corresponde en el departamento.
Érase una vez, una animadora digital que regresaba de clases cuando de repente llegó al infierno, osease, a su departamento. Ya saliendo del formato tipo cuento, les sigo contando que ese día, después de un abrumador día, de caminar unos minutos bajo los intensos rayos del Sol, llegué a mi destino, mi pequeño y muy bochornoso departamento. No suelo quejarme del calor, porque por lo menos el aire es fresco, y la ventaja del departamento es que está en el tercer piso (sí chicos, subo bastantes escaleras) por lo que recibe buenas ráfagas de viento, pero precisamente ese día, que hacía un calor a más no poder, el viento se ausentó. Ni una mugre brisa. Éramos yo y mi cuarto-sauna.
Llegó la noche y el departamento no se enfriaba ni un poco. Pronto sentí como mi piel se empezó a pegar al colchón, ustedes saben, esa sensación odiosa de sentirse como pegajosos. Empecé a irritarme aún más cuando hizo acto de presencia un mosquito al que no pude matar porque el desgraciado cada que fallaba en mis "aplausos asesinos" con la brisa que hacían mis palmas al chocar, pues salía propulsado.
"Debí comprar un ventilador" mi último pensamiento antes de dormir, y a los pocos minutos abrí los ojos nuevamente por la alarma, osea, no dormí nada, ya se imaginarán mi humor todo ese día, pero esa es otra historia.
Ahora, quisiera contarles una anécdota con este tema del calor. Ya que volvimos a clases y demás (nuevo inicio de cuatri) nunca habíamos deseado tanto con mis compañeros tener clase de animación, y bueno, de seguro se preguntarán el por qué, y es simple, es de los pocos salones con aireacondicionado. Y bueno, la anécdota no es precisamente de nuestro fresco salón de animación, sino del caluroso cuarto que me corresponde en el departamento.
Érase una vez, una animadora digital que regresaba de clases cuando de repente llegó al infierno, osease, a su departamento. Ya saliendo del formato tipo cuento, les sigo contando que ese día, después de un abrumador día, de caminar unos minutos bajo los intensos rayos del Sol, llegué a mi destino, mi pequeño y muy bochornoso departamento. No suelo quejarme del calor, porque por lo menos el aire es fresco, y la ventaja del departamento es que está en el tercer piso (sí chicos, subo bastantes escaleras) por lo que recibe buenas ráfagas de viento, pero precisamente ese día, que hacía un calor a más no poder, el viento se ausentó. Ni una mugre brisa. Éramos yo y mi cuarto-sauna.
Llegó la noche y el departamento no se enfriaba ni un poco. Pronto sentí como mi piel se empezó a pegar al colchón, ustedes saben, esa sensación odiosa de sentirse como pegajosos. Empecé a irritarme aún más cuando hizo acto de presencia un mosquito al que no pude matar porque el desgraciado cada que fallaba en mis "aplausos asesinos" con la brisa que hacían mis palmas al chocar, pues salía propulsado.
"Debí comprar un ventilador" mi último pensamiento antes de dormir, y a los pocos minutos abrí los ojos nuevamente por la alarma, osea, no dormí nada, ya se imaginarán mi humor todo ese día, pero esa es otra historia.
domingo, 19 de abril de 2015
Cuando las consecuencias no son suficientes.
Bendecido día mis lectores. El día de ayer di una reflexión con los jóvenes de mi iglesia; chicos entre 12 y 28 años de edad respectivamente. Les hablé de la juventud actual, una juventud que está cada vez más loca y que no mide las consecuencias de sus actos, ya que confían más en su inexperiencia que en los consejos de los demás.
Al iniciar con la reflexión, lancé una pregunta: ¿Qué porcentaje de falla tiene un condón? Basados en los datos actuales, la mayoría me dijo que el 1%, ya que se dice que los condones tienen una eficacia del 99%, osea, que si tienes relaciones 100 veces, sólo una podría quedar embarazada, ¿no? Claro que alteré ese resultado diciéndoles que las estadísticas nunca tomaron en cuenta a todas aquellas mujeres que quedaron embarazadas y abortaron, por lo cual el porcentaje de falla de un condón podría ser aproximadamente del 35%.
Está demás decir que la mayoría se quedó mudo, porque digo, no es lo mismo un embarazo, a 35 embarazos. Proseguí con el mensaje haciendo una pequeña dinámica, así que pedí que 3 valientes pasaran al frente, y al ver que nadie pasaba al frente, hice "dedocracia" (los elegí a la fuerza pues).
Ya seleccionadas las víctimas, les pedí que se subieran a una silla y que imaginariamente se pusieran un paracaídas. Entonces les dije que cuando yo contara hasta 3 se iban a lanzar del paracaídas imaginario. Empecé a contar, pero antes de decir 3, recalqué, que los paracaídas que llevaban puestos tenían una probabilidad de falla del 35%, osea que si eran 3, siguiendo las estadísticas, uno de ellos se iba a matar, por lo cual mis seleccionados dudaron en saltar.
Con ese ejemplo, puse a reflexionar a los jóvenes acerca de las consecuencias de nuestras malas decisiones, y si bien mucho de nosotros no aprende de sus errores y los sigue cometiendo, habrá un momento en nuestras vidas donde una mala decisión ya no tendrá vuelta atrás.
Al iniciar con la reflexión, lancé una pregunta: ¿Qué porcentaje de falla tiene un condón? Basados en los datos actuales, la mayoría me dijo que el 1%, ya que se dice que los condones tienen una eficacia del 99%, osea, que si tienes relaciones 100 veces, sólo una podría quedar embarazada, ¿no? Claro que alteré ese resultado diciéndoles que las estadísticas nunca tomaron en cuenta a todas aquellas mujeres que quedaron embarazadas y abortaron, por lo cual el porcentaje de falla de un condón podría ser aproximadamente del 35%.
Está demás decir que la mayoría se quedó mudo, porque digo, no es lo mismo un embarazo, a 35 embarazos. Proseguí con el mensaje haciendo una pequeña dinámica, así que pedí que 3 valientes pasaran al frente, y al ver que nadie pasaba al frente, hice "dedocracia" (los elegí a la fuerza pues).
Ya seleccionadas las víctimas, les pedí que se subieran a una silla y que imaginariamente se pusieran un paracaídas. Entonces les dije que cuando yo contara hasta 3 se iban a lanzar del paracaídas imaginario. Empecé a contar, pero antes de decir 3, recalqué, que los paracaídas que llevaban puestos tenían una probabilidad de falla del 35%, osea que si eran 3, siguiendo las estadísticas, uno de ellos se iba a matar, por lo cual mis seleccionados dudaron en saltar.
Con ese ejemplo, puse a reflexionar a los jóvenes acerca de las consecuencias de nuestras malas decisiones, y si bien mucho de nosotros no aprende de sus errores y los sigue cometiendo, habrá un momento en nuestras vidas donde una mala decisión ya no tendrá vuelta atrás.
"Man", un cortometraje de conciencia.
Como bien dice el título, "Man", es un cortometraje que deja pensando mucho al espectador acerca del hombre y su interacción con el medio ambiente en la actualidad, en la que ya no existe una armonía hombre/naturaleza.
El cortometraje, realizado por el animador Steve Cutts, nos muestra una animación a blanco y negro y realizada por Flash (un programa de animación). En el corto tendremos como protagonista a un hombre completamente insensible y devastador que irá caminando poco a poco e irá destruyendo y transformando todo lo que se interponga en su camino, que en este caso son los animales y las plantas.
Aunque el corto se ve hasta cierto punto exagerado, no nos podría quedar más claro los problemas que está generando el hombre por la falta de conciencia sobre sus propios recursos y sobre el medio ambiente, y es que muchas veces la avaricia del hombre por querer tener más lo ha llevado a la destrucción de nuestro mundo, ya que lo hemos alterado a conveniencia, y esto lo vemos de manera muy explícita en el cortometraje cuando vemos como el hombrecito despiadado y bicolor agarra una gallina y la rellena con algo para que se haga mucho más gorda, dándonos a entender los muchos métodos que se utilizan en la actualidad para alterar la comida.
El cortometraje, si bien no es nuevo, sigue causando mucho impacto para quien lo ve, y te deja reflexionando el como de alguna manera, directa o indirectamente, hemos sidos los culpables de todas las alteraciones que está teniendo nuestro mundo, y con indirectamente me refiero a que nosotros hemos consumido gran parte de las cosas que se hacen de esta manera tan explotada de nuestros recursos naturales (flora y fauna).
Definitivamente "Man", es un cortometraje para ponernos a pensar.
Enlace:
http://animalsoy.org/man-cortometraje/
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